El culo, que diga el cambio

El culo, que diga el cambio:
Semanas increibles junto a ella, pues esta chicha de gran verga me habia cautivado, sin duda fue la que me salvo de la perdicion, gracias a ella pude seguir adelante. Me costo olvidarme de ella, pues pase grandes momentos, pero no tenia otra opcion, todo iba a cambiar.

Calles incansables, playas increibles, ajetreo constante, no podia creer lo que veian mis ojos, mujeres impresionantes, todo un espectaculo para el buen observador, sabia que todo iba a ir bien, asi que me dirigi a mi destino, mas alla del rio.

Por fin llegue, me recibieron de forma fenomenal, y gustoso tome los regalos que me dieron, pues anda que no, menuda clavada le meti a los dos amigas, Benz que asi se llamaba la mas morbosa, me llevo junto a la encargada. Una morena prieta, de piel tersa, cuyas curvas me dejaron atonito, estaba en el sito correcto en el momento perfecto.

El beneficio fue tremendo, lo que ese culo perfecto me ofrecia no tenia incognitas, mi pene echaba chispas y mis guevos explotaban ante semejante trasero. Como iba diciendo el beneficio fue de los mas placentero, esa mulata con pinta de pussy cat era preciosa, la rubia del cuerpazo estaba por aqui, negra tremenda, morena caliente, peliroja sensual, rubia glamurosa, rubia descomunal, morena elocuente, rubia desafiante, o morena brutalmente sensual.

A quien elegirias?¿ para ser la protagonista de la pelicula porno que me habian encargado dirigir, si señores, ese fue el regalo que obtuve al viajar a Tailandia y gracias a lo ocurrido en Brasil.

Bangkok y mi nueva asociada, que pasara a partir de ahora, pronto mas.